Un gran amor
Un gran amor, un gran amor lejano es algo así como la enredadera que no quisiera florecer en vano y sigue floreciendo aunque no quiera.
Un gran amor se nos acaba un día y es tristemente igual a un pozo seco,pues ya no tiene el agua que tenía pero le queda todavía el eco.
Y, en ese gran amor, aquél que ama compartirá el destino de la hoguera,que lo consume todo con su llama porque no sabe arder de otra manera.
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Amamos porque si
Amamos porque sí, sencillamente porque sí, sin saberlo, como cuando la espiga se levanta, como la lluvia cuando está cayendo, como el viento que pasa y no lo sabe y sin embargo, pasa y es el viento.
Amamos porque sí, sencillamente porque sí, sin razón y sin remedio, como se seca un pozo, como se empaña a veces un espejo, como una fecha que cambió de día o un nombre que olvidamos en un sueño.
Amamos porque sí, sencillamente y no importa en qué tiempo, si en un amanecer de primavera o en un lento crepúsculo de invierno, pues si el árbol lozano da más flores son más dulces los frutos de los árboles viejos.
Amamos porque sí, sencillamente por un porqué fatal que no sabemos, como el traje de luto para un niño o como las estrellas para un ciego, como van hacia abajo las raíces y hacia arriba las ramas con las hojas por dentro.
Amamos porque sí, sencillamente porque sí, porque es cierto, como un anochecer al mediodía, como una llamarada sobre el hielo, como resucitar estando vivos sólo para morir sin haber muerto.
Amamos porque sí, sencillamente. Sencillamente, como pasa el viento ...
Amamos porque sí, sencillamente porque sí, sin razón y sin remedio, como se seca un pozo, como se empaña a veces un espejo, como una fecha que cambió de día o un nombre que olvidamos en un sueño.
Amamos porque sí, sencillamente y no importa en qué tiempo, si en un amanecer de primavera o en un lento crepúsculo de invierno, pues si el árbol lozano da más flores son más dulces los frutos de los árboles viejos.
Amamos porque sí, sencillamente por un porqué fatal que no sabemos, como el traje de luto para un niño o como las estrellas para un ciego, como van hacia abajo las raíces y hacia arriba las ramas con las hojas por dentro.
Amamos porque sí, sencillamente porque sí, porque es cierto, como un anochecer al mediodía, como una llamarada sobre el hielo, como resucitar estando vivos sólo para morir sin haber muerto.
Amamos porque sí, sencillamente. Sencillamente, como pasa el viento ...
Autor José Angel Buesa